- No, así es el infierno - le dije a Bruno, el cual no podía ni siquiera abrir los ojos. Él replico:
- Tú que sabrás del infierno.
Entonces pensé que no era el momento de filosofar, ya se daría cuenta cuando fuera un veterano como yo. Inmediatamente paro de llover, me dijo:
- Venga levanta que hay que buscar la próxima dosis.
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